El código da vinci

El otro día leí en el periódico Ideal de Granada una columna escrita por Remedios Sánchez que titula "la verdad de Brown" y que describe como Bodrio con Letras a su libro El código da Vinci y que han leido más de cuarenta millones de lectores. En lo único que estoy de acuerdo con ella, es en la cantidad de publicidad y protagonismo que le ha donado la iglesia y la más recalcitrante derecha española. ¿Se ha parado a pensar la sra. Sánchez la cantidad de nuevos lectores que el sr. Brown ha aportado?. Pues para empezar, bienvenidos sean los bodrios con letras que consiguen que el número de lectores aumente a diario. Todo lo sostenible por la fe, se puede caer por su propio peso. Desde la virginidad de María (con pareja de hecho), hasta el celibato de un líder en su época como Jesús de Nazareth, sin olvidar, por ejemplo, la resurrección de los muertos que a mí, personalmente, me pone lo pelos como escarpias. Es como los viajes astrales o los viajes a través del tiempo. Señora, no me diga usted que no puedo fantasear con este tipo de odiseas, o con las "verdades" de las religiones, que tantas vidas han costado a lo largo de la existencia humana y, a buen seguro, seguirán costando. Una vecina, testigo de jehová, me dijo hace tiempo que "si todos los hombres y mujeres del planeta fueran de su creencia, no habría guerras por el mundo". Y son precisamente esas afirmaciones las que hostigan al hombre a emprender cruzadas, genocidios y toda clase de barbaridades que el hombre es capaz de hacer en defensa de su fe y su verdad. Estamos en el siglo XXI y parece que estemos en época de cruzados mediavales. Cortando cabezas. Y eso es lo que parece que pretende la iglesia católica y una muy buena parte de sus seguidores. Cortar la cabeza de Dan Brown y exhibirla toda ensangrentada y atravesada como si fuese una manzana por la lanza de un flamante capitán de la guardia suiza vaticana cabalgando en olor de multidudes por la plaza de San pedro, y contemplarla, bien a golpe de ratón, bien en todos los telediarios e informativos, que para eso parece que están, para emitir todo tipo de atrocidades y situaciones a cual más sangrienta, pero eso ya es cosa de otro debate.