Cosas mías...

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jueves, junio 01, 2006

La chipionera


Por si no se habían enterado, Rocío Jurado murió esta madrugada en su casa de La Moraleja (que ahí es nada) rodeada de familiares y amigos. Es la noticia del día. Todas las cadenas de televisión, excepto La 2 de TVE que emitía saber y ganar, estaban retransmitiendo a mediodía a bombo y platillo la desgraciada noticia y emitían cada una su especial sobre la folclórica que a buen seguro tenían preparado desde hace algún tiempo. He ido navegando por distintas cadenas y he observado que ninguna relataba algún aconteciemineto singular u original de la cantante. Todas retransmitían más de lo mismo; "una madre ejemplar", "buena gente", "torrente de voz", "la más grande", son las calificaciones que más se escuchaban por los altavocillos de la tele. El centro de Madrid cortado. Chipiona de luto. Hasta un nicaraguense ha dado el pésame al pueblo español. ¿De verdad Rocío Jurado valía tanto?. ¿De verdad hay que darle el pésame al pueblo español por esta pérdida?. Yo sinceramente nunca le encontré cualidades dignas de mencionar. Su voz efectivamente era potente, pero no bonita, al menos para mi gusto. Y poco más. Si, que salía en todas las revistas del corazón. Voy a hacer un pequeño recuento a ver..., Se casó con un campeón mundial de boxeo, consiguió la nulidad de su matrimonio (imagino que a golpe de talonario), se volvió a casar con un torero (o torturador de animales, que para mí es lo mismo), su hija rociito se casó con un guardia civil que se quedaba con el dinero de las multas de tráfico que imponía... No se es una mujer ejemplar por el mero hecho de salir en las triviales, chabacanas y muchas veces groseras revistas del corazón. Hay que hacer mucho más para ser grande, a no ser que este país se estancara en lo años 60 del pasado siglo, esa España cañí en blanco y negro asfixiada por una cruenta dictadura, en la que lo "más" era salir en el Cantares, presentado por el infumable Lauren Postigo. Hay verdaderas mujeres grandes en este país. Empezando por cualquier mujer trabajadora con o sin hijos y terminando por la más emprendedora doctora investigadora del csic. Pero la de Chipiona es famosa. Es lo que no tienen las demás. Por eso entiendo que estos homenajes que nos brindan las cadenas de tv son muchas veces un insulto a cualquier persona, hombre o mujer, que se deja media vida en un trabajo que aborrece, o que se encuentran atrapadas en un mundo del que no saben ni porqué están ahí, ni cómo salir de él. Mucho más heroico me parece cualquier inmigrante que deja atrás su pasado y su presente jugándose la vida en busca de un futuro, dejando atrás familiares y seres queridos enfrentándose a un mundo nuevo que les rechaza como si fueran perros delincuentes que ponen en peligro nuestro extravagante nivel de vida. Desde aquí quiero rendir un emotivo homenaje a esos senegaleses y subsaharianos en general que llegan extasiados a nuestras costas y que no hay más remedio que deportar, según los gobiernos. Les recomiendo un paseo a través de google earth por el Africa subsahariana para ver las condiciones infrahumanas de un elevadísimo porcentaje de habitantes del vecino continente. Como me pasó a mí, pueden llevarse más de una sorpresa. Y desde luego, si no los queremos aquí, es nuestra obligación ayudarles allí. Todos y cada uno de nosotros debemos hacer un esfuerzo para poder ver en nuestras televisiones las sustanciales mejoras de estos paises y sus habitantes y gobiernos y que nos importe un comino que una pudiente folclórica la diñe en una finca de La Moraleja.